Mi taza

Soy una nueva taza, que está bien cuidada y guardada en un armarito de la cocina. Casi nunca me utilizan y por eso estoy tan nueva. Cristina me usa para tomarse la leche. Soy una taza muy graciosa, con unos dibujos de vacas, que por dentro es blanca y por fuera rosa. En realidad soy una jarra con forma de cilindro, y hecha de cerámica. Me gustaría que me utilizaran más, aunque estoy muy bien con mis amigas las tazas.

Descripción de un perro abandonado

En la plaza del Ayuntamiento vi un perro triste y sentado, seguramente porque le habían abandonado. Se trataba de un perro de raza, con pedigrí, y bien cuidado. Era un perro grande con el rabo largo y recto. Tenía un pelo brillante, largo y negro, muy bonito. Sus orejas eran puntiagudas, sus ojos eran de color marrón y el hocico largo. Tenía unas patas largas y fuertes, pero sobre todo tenía cara de tonto y un aspecto antipático. La gente le acariciaba y se ponía contento, pero cuando se iban se ponía triste de nuevo. No era tan antipático después de todo. Me habría gustado llevármelo a mi casa, pero no me dejarían.

Los clavos y los amigos

 


Me ha gustado, pero no he aprendido nada porque ya lo sabía.

El elefante encadenado

No me ha gustado la lectura, porque habla sobre cómo sufre un animal, y esto podría enseñar a alguien a maltratar a los animales. Las personas pueden ser amaestradas, pero no está bien pensar que algo no se puede hacer, porque según hemos hablado en clase eso solo hace que de verdad no puedas hacerlo y es una tontería pensar que algo no se puede hacer. Y sobre los animales pienso que la gente que los quieren amaestrar son malas personas. Yo no amaestraría un animal, me da mucha pena, pues a las personas a las que les gustan los animales no querrían que nadie les amaestrara, y a mí me gustan los animales.

El enfermero

Voy a describir a un enfermero. 

Es un hombretón bien vestido, moreno y fuerte. Es un hombre joven, con la tez morena. Tiene un tatuaje en el tobillo derecho y lleva unas gafas de marca “superfasion”. Es un hombre normal y corriente; al que le gusta leer y tiene estudios de enfermería. Lleva un jersey nuevo y bien cuidado, y también lleva unos pantalones piratas muy bonitos, con un sombrero que va a juego con los pantalones que, normalmente, se pone en sus días libres. Es un hombre simpático y cualquiera que hable con él terminara estando muy contento y riéndose.

Mi reloj de pulsera

Mi reloj me lo compraron para mi comunión. Es metálico y es muy bonito. Tiene una esfera ovalada y, a los lados de ella, unos corazones rosas que me encantan. Sus números son rosas y algunos grises. Sus agujas son puntiagudas y de color gris. Tiene una correa muy bonita gris.
A mí me gusta mucho mi reloj, porque es muy bonito y puedo saber la hora.