Hola, me llamo Cristina, vivo en Íllora. Estoy en el colegio Gran Capitán. Me encanta montar a caballo. Mis asignaturas favoritas son plástica y ed. física.
Me gustan los animales. mis animales favoritos son los caballos y los perros. Me gusta dibujar y cantar.

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Hello, mi name is Cristina, I live in Íllora. My school is Gran Capitán. I love riding a horse. My favorite activitis are art and PE. I like animals.
My favorite animals are horses and dogs. I like drawing and singing.

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sábado, 16 de marzo de 2013

Emily, la pequeña elefante


Los elefantes viven en África o en Asia; la que voy a describir es una chica. Este mamífero es asiático y su nombre es Emily. El rabo de este animal es corto y fino. Su piel es áspera y dura. Es de color gris oscuro. Tiene los ojos pequeños, pero unas grandes y abiertas orejas que, al ser asiático, las tiene más pequeñas que el africano. Tiene una larga trompa justo delante de la boca. Sus patas son gordas y fuertes. Su carácter es sensible y sociable. Una de sus habilidades es reconocer los huesos de los elefantes que se han muerto, aunque haya pasado mucho tiempo.  Me gusta ver en el zoo a Emily, porque su especie es la más grande que pisa la Tierra.

lunes, 11 de marzo de 2013

El misterio de las letras perdidas

Me ha gustado regular este libro, porque el chico del libro tartamudeaba mucho y no se entendía bien lo que decía, pero ha sido muy interesante leerlo, sobre todo el final que era de esas veces que lees y no puedes parar.

Crecer "memorias de una gallina"


Me ha gustado esta lectura, porque me ha enseñado que hay que luchar por lo que queremos mientras se pueda conseguir, si no es imposible.

domingo, 10 de marzo de 2013

Mujer

En la agencia de viajes donde trabaja mi tita vi a una mujer que parecía seria y buena trabajadora. Era alta y delgada. Parecía que tenía 42 o 43 años. Su pelo era largo y rubio y sus cejas negras y rectas. Era de ojos marrones y de mirada seria. Su nariz era normal, su boca grande y sus labios de un rosa muy claro. En su boca ocultaba unos dientes bonitos y blancos. Sus brazos y piernas no eran ni muy largas ni muy cortas. Llevaba una chaqueta y una falda blancas como la nieve y tacones bajos.
Por su aspecto parecía que es lista, trabajadora y seria, pero sí sé que le gusta leer, por un libro que tenía en su escritorio. Era una mujer amable con sus clientes.

viernes, 8 de marzo de 2013

Un retrato del abuelo


Paquito es un hombre delgado, de estatura media y ojos marrones. Viste casi siempre con ropa de campo y tendrá sesenta y tantos años. Le encanta el campo y pintar cuadros; a sus nietos les pregunta a menudo: “¿Os pinto?”.
Cierto día, estaba haciendo un bonito retrato de su huerto, cuando vio una gatita que pasaba por allí muy aprisa y no dudó ni un instante en seguirla. Parecía que llevaba un trozo de carne en la boca. La gatita se dio cuenta de que la seguía; así que, aligeró el paso hasta llegar a un gran árbol que tenía un agujero; se metió y al momento volvió a salir a por más carne.
-¡Qué extraño! -pensó, y quería mirar a ver qué había y por qué se había llevado esa gatita la carne de la barbacoa, pues su familia estaba a punto de llegar.
Estaba a punto de asomarse al agujero, cuando escuchó que un perro de raza pequeña le empezó a ladrar amenazante, y decidió volver con el cuadro. Cuando llegó ya estaban allí Carlos y Gustavo para preparar la barbacoa.
-¡Maldito gato! ¡Fuera! -gritó Gustavo.
-¡Vaya, menos mal que aún nos quedan las otras carnes! -dijo Carlos.
-¿Menos mal? ¡De menos mal nada!¡Se ha comido las chuletas! -dijo enfadado Gustavo- ¿Y tú, papá, por qué no la has detenido? ¡Idiota, se nos ha arruinado la barbacoa y solo por no detener a ese estúpido gato! -añadió cuando vinieron todos los demás.
Paquito parecía triste.
-¿Qué le pasa al abuelo?- preguntó Alba a su prima Elsa.
-No lo sé -contestó Elsa.
-Vamos a preguntarle -añadió Alba, y las dos primas fueron a preguntarle.
-Un gato se ha llevado las chuletas y Gustavo se lo ha tomado muy mal, me ha regañado -les contestó su abuelo y las llevó al árbol-. Bueno, yo me voy a hacer el chorizo, adiós.
Las dos miraron a ver qué pasaba en ese árbol y no os imagináis lo que pasaba... una perra estaba gordísima, iba a tener cachorros.
-El chorizo está listo -les avisó Sergio.
Ese día el abuelo acabó su dibujo y ellas le contaron que en el árbol una perrita iba a tener cachorros. Al día siguiente el abuelo tenía que retratar algo para un curso de pintura que estaba haciendo. Estaba desesperado, no sabía qué pintar.
-¿Qué puedo pintar? -se pasó todo el día así.
-¿Por qué no entregas el que hiciste ayer? -le preguntaron.
-Porque ese es para el cuarto de jugar -respondía él.
-Ya sé, puedes pintar los cachorros de la perra que está en tu huerto -dijo Alba.
-Sí, los pintaré.
Eso hizo y al final le felicitaron por el buen trabajo que había hecho.
Sólo quedaba un problema: ¿Qué podría el abuelo hacer con los cachorros? Pues cuidarlos él.

martes, 5 de marzo de 2013

Memorias de un niño campesino

    Me ha gustado la lectura, porque enseña que los verdaderos amigos te ayudan en todo y no te quieren por las cosas que tienes sino por lo que eres.